No hay cosa peor que una perturbación ligera. Aquel disconfort pasajero que por su apariencia inofensiva tiene la capacidad de perpetuarse impune en el tiempo.
Ser gordos hoy (y mañana también)
Yo limpiaba con pan el tuco del fondo del plato mientras lo escuchaba monologar a Marito, mi compadre. Por supuesto, todo esto fue previo a que él decida cortar por lo sano, una expresión bastante literal si nos referimos al hacerse un bypass gástrico. Antes de que adelgace y empiece a aburrirme con lecciones de alimentación saludable, nuestras comidas juntos eran mitines de militancia obesa.